domingo, 1 de enero de 2012

Cría de canarios

Los canarios no son aves sociales por naturaleza y deben ser mantenidos en jaulas separadas fuera de la temporada de cría. Si viven juntos pueden producirse peleas feroces entre los machos o pueden llegar a matar a una hembra si ésta los rechaza.
Es muy difícil diferenciar a los machos de las hembras cuando no están en temporada reproductiva, cuando solo los machos cantan y solo las hembras preparan el nido. Es más fácil conseguir hembras al final de la temporada de cría, cuando hay una mayor oferta en el mercado.
Para pensar en criar canarios se debe disponer de un sitio tranquilo donde instalar la jaula, lejos del paso más intenso de personas o animales. La jaula debe limpiarse, desinfectarse y fumigarse con productos fungicidas para prevenir problemas. Todos los accesorios y los implementos que vayan a usarse para la cría deben estar perfectamente limpios. Es imprescindible aportar un nido para las aves, que pueden ser de materiales muy variados, desde los tejidos con fibras naturales a los de plástico. Los nidos de plástico o metal son más fáciles de desinfectar y pueden reutilizarse; solo hay que agregar material suave para aportar calor. Es mejor evitar los nidos cerrados porque se hace más difícil revisar los huevos.
Cuando llega la temporada reproductiva, las hembras comienzan a armar su nido, rompiendo cualquier papel, plantas o plumas que tenga a disposición. Ella puede preparar la parte blanda con materiales que le aportes o puedes comprar una ya hecha a propósito y pegarla dentro del nido de plástico o metal.
Para el servicio hay que dejar el macho en la jaula y acercar a la hembra. Esto puede hacerse poniendo las dos jaulas bien pegadas o contar con una jaula especial para cría con división. Cuando veas que las aves se besan a través de los barrotes, es momento de llevar la hembra a la jaula del macho. Él empezará a cantar y cortejarla inmediatamente, pero vigila que no la picotee porque podría lastimarla; si esto ocurre deberás separarlos y volver a probar más adelante.
Una vez ocurrido el servicio, la hembra pone un promedio de 5 huevos, con un máximo de 8. Para asegurar que los pichones nazcan todos juntos, se suele reemplazar los huevos verdaderos por unos similares de plástico a medida que la hembra los pone hasta que termina, y en ese momento se los vuelve a cambiar por los originales. Presta atención en estos días porque no todas las hembras pueden expulsar los huevos con facilidad. Si esto ocurriera debes acudir a un experto, pues su vida corre peligro.
Cuando todos los huevos están en el nido, ella comienza a empollar. Después de 3 días puedes revisar los huevos cuidadosamente a trasluz para ver si se nota un embrión. Lava bien tus manos antes de tocarlos para evitar depositar microorganismos que pudieran enfermar a los bebés. Si están vacíos míralos de nuevo en 5 días; si no están fecundados retíralos del nido para darles lugar a una nueva puesta.
A los 14 días nacen los pichones, contando desde el momento que la canaria comienza a empollar todos los huevos juntos. Los bebés nacen ciegos, casi sin plumaje y no necesitan ayuda de ningún tipo. Los padres se ocupan de todos sus cuidados, y para ello necesitan tener una dieta de buena calidad que consiste en una mezcla de semillas con vitaminas a disposición todo el tiempo. Además deben recibir todos los días una ración de pasta de cría y alguna fruta o verdura y agregar vitaminas en el agua.
Los pichones crecen continuamente y alrededor de las tres semanas están listos para abandonar a los padres y mudarse a su propia jaula. Cuando los padres se quedan solos hay que cambiarles el nido para que vuelvan a criar otra camada. Pueden tener dos o tres nidadas por temporada. No olvides continuar con una dieta rica en proteínas para que se recuperen y puedan seguir reproduciéndose.

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